LA ORACIÓN ES LA COMUNICACIÓN ENTRE TU Y DIOS: SOLO TIENES QUE OBEDECER Y HACER LO QUE ES AGRADABLE A EL , Y EL TE OIRÁ Y TE RESPONDERÁ

jueves, 18 de junio de 2020

ESCUCHARON UNOS MUGIDOS...

Doy gracias al Dios y Padre en el Nombre de Nuestro Señor Jesucristo; por usted hermano, por usted amigo , por cada una de sus familias y yo también estoy agradecida en éste día por las misericordias nuevas que nos da Jesucristo, cada mañana, así como le daba el maná a su pueblo Israel,  cada día así a tenido misericordia de cada uno de nosotros, sólo falta que usted eche mano de ellas y sea agradecido.

Este testimonio que voy a narrar es una prueba de que nuestro Dios está atento al clamor de los justos; y toda la gloria y el reconocimiento se lo lleva El.

Hace tres semanas, al amanecer domingo, mi hija Cathe, tenía en su celular un mensaje, de las diez de la noche del día anterior: su hermano Brian le informaba que en la finca donde trabaja de mayordomo; se habían robado tres terneras, y que el patrón lo culpaba a él del hurto, y que eso era una ofensa para él, que necesitaba un consejo.

Inmediatamente me arrodillé, oré a Dios y le pedí que como esas terneras habían salido de la finca, así regresaran;  que el ángel de Jehová acosara a los ladrones y los persiguiera.
Muy pronto sentí alivio; pues Dios respondería.
El domingo en la iglesia, estuve clamando por ésta necesidad; pues mi hija propuso que recogiésemos dinero para pagar; yo le dije que nosotros no habíamos robado,  y que esperaríamos lo que Dios iba a hacer.

Por mi mente pasaron tantas cosas sobre mi hijastro;
Su padre le había enseñado en una forma rigurosa a respetar lo ajeno, y yo lo sabía.
Pero dejaría de ser honrado '?
Se habría juntado con malos amigos'?
Iría a la cárcel ''?
No obstante yo le seguía diciendo a Dios : que sacara lo oculto a la luz.

El lunes en la mañana, María, la pareja de Brian, me llamó por teléfono y narró que:
El domingo en las horas de la tarde, el administrador de la finca, Brian y ella: escucharon unos mugidos de las terneras,  como avisando que habían llegado... y efectivamente venían subiendo la pendiente,  todas llenas de pantano, con hambre y con señales de haber estado amarradas ;  las seguía un perro negro que se devolvió cuando ellas llegaron....

SALMO 27,3
Aunque un ejército acampe contra mí,
no temerá mi corazón ;
aunque contra mí se levante guerra;
yo estaré confiado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario