LA ORACIÓN ES LA COMUNICACIÓN ENTRE TU Y DIOS: SOLO TIENES QUE OBEDECER Y HACER LO QUE ES AGRADABLE A EL , Y EL TE OIRÁ Y TE RESPONDERÁ

viernes, 17 de febrero de 2012

ESTABA TAN AFLIGIDA...

Me quedo maravillada de la forma como Ezequías oró a Dios , en el libro  2 de Reyes capítulo 19, a partir del versículo 14 de la Santa Biblia; es sencillamente espectacular.
Quiero compartirlo con ustedes.
Voy a transcribir solo un versículo, y usted: Hermano y Amigo lea todo el capítulo 19 en su Biblia.

2 de Reyes , 19, 14
Y tomó Ezequías las cartas de manos de los embajadores y después que las hubo leído, subió a la casa de Jehová y las extendió Ezequías delante de Jehová.

En el anterior barrio donde vivía con mis hijos, pues mi esposo había abandonado el hogar cuando Renato, mi hijo mayor, tenía dieciséis años; tuvimos dificultades económicas, aunque el padre de mis hijos  nos ayudaba con la alimentación básica, y con el estudio de ellos.
Pero mi hijo mayor estuvo mucho tiempo desempleado, y él era el encargado de pagar los servicios públicos

 Y así como Ezequías , extendía delante de Jehová; las cartas donde lo amenazaba Senaquerib rey de Asiria,  así, yo cada mañana ponía delante de mi Señor Jesucristo; las cuentas básicas por pagar: agua, energía, teléfono y empezaba a orar.

Aquí en Colombia, se le llama a éstas cuentas: Servicios Públicos
Y si no los cancelabas a los tres meses del día de vencimiento , te los suspendían; quiero decir: no tenías energía para hacer los alimentos, no podías hacer una llamada, por que la línea solo recibía las de entrada, no tenías agua, ni mucho menos como prender un bombillo en la noche.
Y si querías reconectarlos ilegalmente, no podías porque habían sido instalados unos contadores eléctricos japoneses, la llave del contador del agua , tampoco la podías abrir , te daban una ronda todos los días a tus contadores, para ver que habías hecho; y si de pronto lo lograbas y te cogían infringiendo la ley, te cobraban un multa, y si seguías intentándolo te quitaban el contador y se lo llevaban.
Y de los vecinos ni se diga:  todo lo veían, sabían en la cuadra a cuántos les habían quitado los servicios.
Era una afrenta total, que primero te atacaba sicologicamente, y luego te confrontaba a la realidad.

Mis hijos y yo no llegamos al extremo, porque Dios ha tenido cuidado de nosotros, y  por consiguiente respetamos esos contadores.
Dios nos ha respondido nuestras oraciones; unas veces más rápido que otras.
Como una mañana en ese barrio...     cuando me arrodillé para orar... estaba tan afligida...
que en mi oración traté de decirle a Jesucristo:  hoy no tengo nada para desayunar...
apenas iba a empezar a decírselo , cuando me tocaron la puerta... abrí..
era mi vecina, que puso en mis manos un billete de cinco mil pesos y me dijo:
Doña Marina: ´este dinero es por las dos horas que me cuidó los niños ésta semana...
Jesucristo derrame bendiciones sobre la señora Janeth, su esposo Don Carlos y sus hijitos Juan Carlos y Mariana

ALABADO SEA JESÚS PARA EL TODA LA HONRA..

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