Herido, con sus testículos en su mano; amenazó al taxista para que lo llevara a un hospital, o que sino lo mataba. Es el testimonio que da la hermana Margareth, de su hijo.
TESTIMONIO DE LA HERMANA MARGARETH.
La llamaron del hospital, domingo , ocho de la noche de este año 2.011.
Su hijo se encontraba recluído allí, muy delicado, a causa de heridas hechas con arma blanca: en su corazón, en su intestino y en una de sus costillas.
Había ingresado el día anterior, del centro de la ciudad. Ya lo habían intervenido quirúrgicamente , cuando volvió en sí; dió el número telefónico de su casa.
La hermana Margareth, se arrodilló en su habitación y le dijo a Nuestro Dios : no permitas que mi hijo muera sin salvación, regálale unos días para que se arrepienta y después haz tu voluntad .
Al otro día fue a visitarlo, estaba conectado a todos aquellos aparatos ; entubado, pero consciente.
Según se fue mejorando ,le fueron retirando todas esas conexiones de su cuerpo.
Aún tenía un tubo conectado debajo de su corazón, por donde su cuerpo supuraba...
Y lo sometieron a una segunda cirugía en su corazón.
El hijo de la hermana, sigue recuperándose , asiste al salón donde nos reunimos, se esfuerza por escuchar la palabra de Dios.
Cuando el grupo de intercesión fuimos a visitarlo, en su casa; recién le habían dado de alta en el hospital , le compartimos la palabra de JESUCRISTO, el evangelio.
Como estaba sin camisa, pude observar: que tenía una cirugía que le atravezaba de la mitad del pecho izquierdo hasta la axila izquierda; la otra cirugía vertical, iba del pecho, pasando por el ombligo, hasta desaparecer cubierto por la pantaloneta que tenía puesta.
JOB, 5,18
Porque él es quien hace la llaga, y él la vendará;
EL hiere y sus manos curan.
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